A muchas personas les favorece la idea de tener un seguro de vida permanente, precisamente por esta particularidad Seguro Vida Miami, ya que es una protección que no vence en un periodo de tiempo determinado; Claro, siempre y cuando se paguen las primas a tiempo y conforme a lo pactado, de lo contrario, la póliza se cancelaría o pasaría su periodo (lapses).
Este tipo de póliza es muy popular porque le seguirá dando la protección que adquirió el primer año y los 40 siguientes. Aunque ya esté jubilado, sus hijos o su familia ya no dependen de usted para entonces. Su fallecimiento no deja a ninguno de ustedes con problemas económicos. Pero también es muy popular porque tiene una función de ahorro asociada a la protección de las inversiones.
Esa parte de ahorro dependerá directamente del tipo de seguro permanente que elija, de la compañía aseguradora y de las condiciones de la póliza. Como las primas de los seguros para mayores pueden resultar muy caras en el futuro, las aseguradoras hacen una media del precio de la póliza y llegan a un importe de prima que, durante los primeros años de cobertura, es superior a lo que le cuesta el seguro cuando la persona es joven.
Esa parte “cobrada de más” (por ley) debe invertirse a favor del asegurado, y los ingresos generados deben estar a disposición del asegurado para pedir un préstamo si lo desea; y si el dinero generado no se toca nunca, se utilizará para completar el precio de la prima cuando sea más cara de lo que se cobra mensual o anualmente por ella, en el momento en que el asegurado se haga mayor y luego viejo.
Esta función de ahorro es útil para muchas personas que, de otro modo, no podrían ahorrar nada adicional por sí mismas. Sin embargo, los beneficios de esta inversión no se pagan a los supervivientes en caso de fallecimiento, en cuyo caso sólo se indemniza la parte asegurada. El dinero de la cuenta de ahorro es un beneficio que sólo el titular del seguro puede aprovechar en vida. En cambio, el valor del seguro favorece a sus beneficiarios en el momento de su fallecimiento. Es uno u otro, no los dos beneficios simultáneos.
Seguro de vida permanente tradicional: Es el más común de los seguros permanentes. El tomador elige el importe de la cobertura, que puede ser de tantos miles de dólares como él determine; por ejemplo, 100.000 dólares y acuerda con la aseguradora que ésta pagará una prima determinada al año (o al mes, o cada seis meses) desde el primer año del seguro y así indefinidamente. El elemento de ahorro crecerá en la cuenta en las condiciones que determine la aseguradora Seguros de Vida a Bajo Costo. Estos ahorros no se pagarán a los beneficiarios, sólo el valor de la póliza (los 100 mil dólares) en caso de fallecimiento. Aún así, si el asegurado decide suspender o cambiar el seguro, el valor acumulado en la cuenta de ahorro puede ser recuperado después de pagar los gastos de servicio y por la eliminación de la póliza.
Seguro de vida variable: Es un poco más flexible en cuanto a las inversiones que la aseguradora utiliza para generar ingresos en la cuenta del asegurado, ya que suele realizarlas en renta variable, es decir, en instrumentos de mercado como bonos, acciones y fondos de inversión. Por supuesto, esta estrategia es a largo plazo, dados los altibajos de la inversión bursátil.
En este tipo de seguro, la prestación de la póliza suele estar definida por el resultado generado por las inversiones con un mínimo a pagar. Por ejemplo, las prestaciones de su seguro se generarán a partir de lo que gane durante su inversión y se garantiza que serán como mínimo de una cantidad determinada en miles de dólares. Si las inversiones superan esa cantidad, sus beneficiarios recibirán lo generado por las inversiones; si es inferior, recibirán el mínimo garantizado.